Isabel Pantoja ha visto cómo gran parte de sus secretos más íntimos han quedado al descubierto con la aparición estelar de Begoña Gutiérrez, una examiga despechada que acudió este fin de semana a televisión para someterse a una prueba poligráfica. La andaluza no solo hizo públicas nuevas conversaciones privadas con la artista, sino que reveló sus sufrimientos.
Pantoja está al tanto de todo lo que se ha explicado en televisión.
Ha puesto en manos de sus abogados este y otros asuntos que dañan negativamente su imagen.Además de desmentir categóricamente algunas de las manifestaciones de su ex amiga, como la forma peyorativa en la que supuestamente se refería a Irene Rosales, va a llegar hasta el final.
No está dispuesta a seguir acumulando enemigos que se llenan las arcas vertiendo todo tipo de insinuaciones y que salen indemnes.
Esta vez no quiere que el asunto quede en agua de borrajas y se ha puesto manos a la obra. No solo intentará que resarzan el daño ocasionado a nivel personal, sino también quiere despejar las dudas sobre un supuesto contrato de colaboración que niega haber firmado. Mientras que Begoña sostiene que tiene documentación que compromete a Isabel, desde su entorno niegan categóricamente que exista.