Nadie puede predecir con precisión cuándo será nuestro último día, pero hay algunas señales que indican que una persona morirá pronto. Es importante conocer estos síntomas para poder estar preparado ante la posible muerte de un ser querido y ayudarlo en este momento difícil.
Recalama
Disminución de la actividad y la energía. Si una persona que antes era activa y enérgica se cansa mucho y descansa con frecuencia, esto puede ser una señal de que su cuerpo se está preparando para la muerte.
Pérdida de apetito y sed. Si una persona comienza a rechazar alimentos y bebidas, esto puede ser una señal de que su cuerpo está comenzando a finalizar su ciclo de vida.
Dificultad para respirar. Una persona que está a punto de morir puede tener dificultad para respirar. Es posible que respire con dificultad o suspire con frecuencia y sienta dolor en el pecho.
Cambios en el color de la piel Una persona que está a punto de morir puede tener la piel pálida, gris o amarillenta. Esto se debe a cambios en la circulación sanguínea y el metabolismo.
Disminución de la memoria y la conciencia. Una persona moribunda pronto puede comenzar a perder la memoria y el conocimiento, es decir, entrar en coma.
Si nota uno o más de estos síntomas en un ser querido, es importante buscar ayuda y apoyo profesional.
Podría ser un médico, un especialista en cuidados paliativos o un especialista en el final de la vida. Estos profesionales pueden ayudar a controlar los síntomas, aliviar el dolor y el malestar y brindar apoyo y asesoramiento a las familias y seres queridos.
Nadie puede predecir la muerte, pero podemos ayudar a las personas a sentirse más cómodas y tranquilas al final de sus vidas. Conocer estos síntomas puede ayudarnos a prepararnos mejor para una situación difícil e impredecible.